Comparte esta entrada en redes sociales

sábado, 24 de septiembre de 2011

El protocolo mola, pero no me llames Dolores... ¡Llámame Lola!

Carísimos y carísimas  hermanos y hermanas: faltando a mi promesa de escribir semanalmente por razones  personales ( es decir, por desidia y vagancia ante la realidad de "todo a cien rupias" que vivimos),  vuelvo al ataque tras veinte días de mutismo bloguero, y por ello henos aquí de nuevo y nueva reunidos y reunidas en torno y en torna a los maravillosos y maravillosas caminos y caminas de la Internet y el Interneto. Debo aclarar que de aquí en adelante usaremos el género neutro para abreviar. Para quien no esté avezado a semejantes niveles de fascismo, explicaremos que el género neutro es aquel que no tiene ni pilila ni lo otro y por tanto lo mismo sirve para un roto que para un descosido (o descosida):

Lo que me lleva a perpetrar este nuevo engendro es el hecho de que  hoy he llegado a la inteligentísima y poco vista conclusión de que nuestros políticos en general, además de ser bastante (coloquen en este paréntesis sus insultos e improperios: por ejemplo, "hijos de la gran rechingada", u otros),  no son nada originales. Lo juro por Carmen Sevilla.  Decía la cancioncilla aquella algo así como "no me llames Dolores, llámame Lola" y ahora el inefable terrateniente progre Alfredo, alias  "pe punto" Rubalcaba, aquel que exigía que le llamasen simplemente "Alfredo" porque él lo vale y lo dice en su DNI, ahora exige que le llamen "Señor Rubalcaba" por aquello del respeto, que tenía yo entendido que es una cosa muy facha y cavernícola. No deja de ser llamativo, teniendo en cuenta que todo el mundo, incluido él mismo,  llama "Zapatero" a Zapatero o "Rajoy" a Rajoy, cosa bastante lógica y elemental por otra parte. Debe ser que las formas hay que mantenerlas dependiendo de si quien habla soy yo o los otros. Vamos, digo yo...

Piensen en lo triste que sería si la prensa y los medios diversos hablasen del "Señor Alfredo", el "Señor José Luis" y el "Señor Mariano", porque dan ganas de terminar la frase con un "pónganse la mantita por las rodillas que está fresco y echen unas manitas al mus con cuidado no se les vaya a salir la sonda de la uretra". Así, como es lógico, la política nacional no resultaría seria. Y de otra manera tampoco, pero eso ya es harina de otro costal y comisión de otro Diputado o concejal de medio pelo. También cabría la posibilidad de dirigirse a él  respetuosamente que lo flipas, como "Señor Pe Punto", que sería bastante molón, aunque esto ya sería un debate diferente.

Y qué podemos decir, sufridos conciudadanos, de la despedida de nuestros ilustres Diputados, a los que ya se les termina el recreo hasta dentro de un par de meses largos y deben meterse en la durísima pugna electoral que se les avecina, y que les vamos a pagar a tocateja entre todos - ¡Los muy cabrones... !

Todos se han despedido  de sus amiguitos del cole sufriendo mucho y deseando que "los que lo están pasando mal ante la crisis económica" salgan de tan penosa situación, y tal y Pascual. Lo acongojante  de la cuestión es que toda esta caterva de individuos con tratamiento de "Excelentísimos Señores" o "Señorías" y sueldos venusianos, por aplicación del principio elemental  "Tanta culpa tiene el que mata la vaca como el que amarra la pata", son responsables directos del lodazal en el que nadamos, por bailarle el agua a la Banca, a los mercados y a la prima segunda del lucero del alba que pasaba por allí. Ni más ni menos, como dirían "Los Chichos". Y aún se permiten el lujo de decirnos lo que debemos hacer, decir o pensar...

Y es que ya tradicionalmente los grandes éxitos siempre venían de los Rolling Stones, de los Beatles, de Michael Jackson, o de Marifé de Triana. Al parecer ahora los grupos de moda que arrasan en las pistas son      Standard & Poor’s, o  Moody’s con sus superhits "Ven que te califico la deuda, Papito" ,   "Te ví a meter una subprime que te avío pa los restos" o "Vaselina for your orto, worker de mierda". Es acojonante. Al parecer todo se reduce a lo que digan o dejen de decir "los mercados financieros", que ni Dios sabe quienes son exactamente, pero al parecer tienen tanto mando que el poder ejecutivo, el legislativo y el judicial se van por las patas abajo cada vez que les mentan a la bicha. 


Reconozco que soy muy cortito y que voy tan justo que apenas tengo "pa" pasar la tarde, y por ello agradeceré que alguien me lo explique porque no acabo de verlo. 


Eso sí: entre tanto  seguiremos dándonos palos  entre nosotros, defendiendo siglas políticas que sólo representan a los que viven de ellas y así todos contentos. Unos progres, otros fachas y otros primos de Zumosol. Lo de "divide y vencerás" sigue vigente amiguitos, y mientras tanto "Los Mercados" y "La Banca" seguirán los primeros en la lista de  Los Cuarenta Principales, y sus Señorías seguirán sirviendo al mejor postor. 


Para mí tengo que el que diga que nuestra civilización no es una mierda pinchada en un palo, miente como un bellaco. Claro que las civilizaciones anteriores no eran mucho mejores, aunque a su favor hay que decir que no tenían ni la LOGSE ni el Plan Bolonia.


Mientras tanto nosotros a lo nuestro, que es escupirnos directamente a la niña de los ojos. Ya romperá por donde tenga que romper, que torres más altas cayeron. Y seguiremos sobreviviendo a este estercolero colgándonos del "Sálvame" y productos de similar pelaje intelectual y ético. 


Yo me quedo con aquella frase de Groucho Marx que decía:


 "Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cinco años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cinco años!"


Nos vemos en breve ( o incluso en breva).

viernes, 2 de septiembre de 2011

Septiembre y la madre que lo alumbró

Por si no se han dado cuenta se termina el verano, miles de parejas preparan los papeles del divorcio después de comprobar durante las vacaciones que no se soportan ni por telegrama,  como cada año llega la vuelta al cole en El Corte Inglés, este bloguero vuelve a la carga con ánimo de perpetrar al menos una entrada semanal,  y tantas otras desgracias que todos y todas conocemos y conocemas.

En definitiva, sufridos conciudadanos y conciudadanas del mundo, ha llegado septiembre y la madre que lo alumbró con fuertes dolores de vientre.

Septiembre es, como casi todos los mortales saben, un mes precioso: si tienes nenes ya te puedes preparar porque te la meterán doblada con libros de texto de todo a cien a precio de incunable, uniformes, mochilas y otras perversiones   que a juzgar por los clavos que te aplican en la cartera, deben estar diseñados por Prada y manufacturados por el primo segundo de Armani, comedores que deberían ser a la carta, y para qué hablar  de las múltiples actividades extraescolares, como ballet, futbito, lanzamiento de escupitajo o tiro al botijo, que contribuirán a la formación de nuestros vástagos e incluso de nuestras vástagas para  que el día de mañana y el de pasado mañana se conviertan a su vez en ciudadanos y contribuyentes de pro y de pra.

Otro elemento esencial en el mes de septiembre son los tradicionales extractos de la tarjeta de crédito, que tanto han contribuido a elevar nuestra presión arterial, a disminuir nuestras cuentas corrientes y a expandir nuestras gónadas. Todos hemos sentido ese extraño vuelco al corazón cuando vemos en el extracto que una malvada entidad denominada "Segismundo Panocha e hijos S.L." nos ha cargado 200 del ala y posteriormente hemos pasado a una mezcla de alivio,  mala baba y ardor de estómago al recordar que se trataba del restaurante donde nos comimos aquella paella medio pasada con algunos cadáveres de langostino y mejillón escondidos entre el arroz y  una botella de tintorro con gaseosa "La Pitusa". La restauración veraniega tiene mucha miga.

Pero si hay un elemento que define a este magnífico mes al que hoy rendimos homenaje,  son esos monumentos a la creatividad y la imaginación editorial más extremas. Sí amiguitos: me estoy refiriendo a  los mil millones de coleccionables que invaden los kioscos patrios y que hacen que uno se parta la caja de cambios a poco que se fije:


  • "Construye tu propio Seat 127".  Con la primera entrega  la palanca de cambios y de regalo el portafotos de "Papá no corras". 
  • "Manualidades con mocos" 
  • "Tapetes del mundo" Con la primera entrega recibirás un moderno tapete de ganchillo para tu TV LED de 48 pulgadas y de regalo  la peineta y el brazo derecho de la bailaora flamenca para que tu salón sea la envidia de tus vecinas canis
  • "Aprende a usar Internet con Epi, Blas y Teddy Bautista". Serás capaz de bajarte pelis, virus, música  y porno en tiempo record. De regalo el libro "Llévatelo calentito con Teddy" con prólogo e ilustraciones de Ramoncín.
  • "Aprende a relajar tus esfínteres" Patrocinada por el Ministerio de Economía - Gobierno de España. Incluye un DVD con los mejores monólogos de Zapatero, Blanco,  Rubalcaba y otras estrellas del Club de la Comedia. 
  • "Preservativos de punto de cruz". Magnífica colección recomendada por la Conferencia Episcopal dentro de su campaña "Procread, pecadores de mierda". 
En definitiva, queridos internautas de la Internete, con septiembre hemos topado. Y que no falte.